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domingo, 18 de octubre de 2015

Vamos de tiendas

¿Quien no tiene este problema? estás delante del armario (que está lleno de ropa) y no sabes que ponerte. En serio, no tienes nada que ponerte. Esto es un hecho de cualquier mujer a cualquier edad. Algo que los hombres no entienden y jamás entenderán...

¡Pues este problema se pone peor cuando tienes los 40+ y vas a ir de tiendas!
Por que las tiendas no entienden como poner la moda para nosotras. Porque las tiendas ofrecen ropa para jóvenes o para señoras mayores.
¿Y en qué categoría entramos nosotras?
Por que según que ropa te pones parece que has cogido la ropa del armario de tu hija. ¡Y eso a tu hija no le gusta para nada!
Y si no parece que la otra opción es ir de señora mayor. Y eso tampoco nos apetece, aún no nos sentimos así.
Vamos que ir de compras para nosotras es como ir a buscar un tesoro perdido (y sin mapa).
Porque comprar unos jeans está bien, eso no es problema. Pero a veces te quieres poner otra cosa...
Pero si quieres un vestido, ya empieza el problema: demasiado corto, el escote es para niñas que se están desarrollando y no para nuestros pechos voluminosos, el talle del vestido no es el nuestro (y ni está en el mismo sitio), o si no tenemos ese vestido que está hecho para ir a la iglesia o a un congreso. ¿Donde está ese vestido bonito, sexy, que queda bien y no nos enchufa 10 años más sin enseñar nuestros pequeños fallos? ¡encontrarlo es como encontrar el Grial!
Vale, decido que no quiero un vestido y voy por un jersey bonito (para los jeans)

Los que nos gustan son super entallados y bien cortitos. Y te das cuenta que son los que se pone tu hija. Y claro... No tenemos la barriga tan plana como la de ella, por lo cual aún se nos sube más el jersey. Y la otra opción, son esos jerséis anchos, largos, que sé los regalarías a tu madre. En fin que tampoco es fácil encontrar "el jersey"

Y si quieres hundirte y salir llorando, la pesadilla de cualquier cuarentona... ¡ir a comprar un bikini!
Eso es la última lucha, algo que te tienes que preparar mentalmente y sobretodo, preparar a tu pareja. Porque ir a comprar un bikini a nuestras edades es sacar al monstruo que hay en tu interior, es pelear contigo misma, con el probador de la tienda y las luces del probador. Es la última lucha.

En fin, mañana me pondré unos jeans con un jersey o una blusa (preferentemente negra)